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Los 5 errores energéticos más comunes con los que estás perjudicando el medio ambiente

29-04-2020

Cada vez existe más concienciación sobre las prácticas que debemos evitar para cuidar del medio ambiente, aunque cuando hablamos de arquitectura, aún son muchas las prácticas que podríamos mejorar con suma facilidad.



En esta entrada te explicaré los 5 errores energéticos más comunes para que podamos tener un impacto más positivo en nuestro planeta:

  • La ubicación de los radiadores

Aunque a priori parezca poco relevante, el lugar de la habitación que ocupan nuestros radiadores es crucial para el aprovechamiento de la energía. Lo ideal es que los radiadores estén debajo de las ventanas o lo más cerca posible de ellas. De esa manera, se crea una “cortina de radiación” que impide las pérdidas energéticas por las ventanas.

  • La apertura de las galerías según la época del año

Las galerías tienen dos cierres: uno interior y otro en la fachada, mayoritariamente de cristal. En invierno, la órbita del sol es más baja y eleva la temperatura del suelo, por lo que si abrimos el cierre interior, conseguiremos que esa calidez se transmita también en el aire. Por lo contrario, en verano el sol es más vertical y, aunque la radiación solar afecta a menos cantidad de suelo, es recomendable abrir el cierre de la fachada para que cualquier calor acumulado pueda escapar hacia el exterior. 

  • Las lamas de los porches y los sistemas de protección solar verticales según la orientación de la vivienda

En sistemas de protección solar verticales (postigos, por ejemplo), existen dos situaciones en las que puedes estar desperdiciando energía: si tu casa está orientada a oeste o este y las lamas son horizontales, o si tu casa está orientada a sur y las lamas son verticales. En ambos casos, se deja pasar el sol por el hueco entre las lamas y no se consigue mantener la zona del todo fresca. Por lo contrario, si colocamos las lamas en la dirección correcta conseguiremos que se sumen las sombras y el espacio tenga una mejor temperatura natural. 

En sistemas de protección solar horizontales (porches, por ejemplo) sucede lo mismo, siempre debemos colocar las lamas de forma perpendicular a la orientación dominante. Si el porche se orienta a sur, por tanto, las lamas deberán ir en la dirección este-oeste.

En cualquier caso, siempre serán más efectivos los sistemas de protección horizontales en las orientaciones este y oeste ya que el rayo de sol entra de forma horizontal (desde más abajo) y a la inversa; a sur funcionan muchísimo mejor los sistemas de protección solar verticales. 

  • El uso poco estratégico de los sistemas activos

Cuando utilizamos un sistema activo es importante sacarle el máximo rendimiento. Por ejemplo, si disponemos de aerotermia, es conveniente utilizarla para el agua caliente, la calefacción y la climatización, aunque la normativa solo nos obligue a aplicarlo al agua caliente. Este concepto ya se está empezando a aplicar a las normativas, beneficia el medio ambiente y también nuestro bolsillo a medio y largo plazo. 

  • Limitar la gestión de la energía en los sistemas activos

No siempre necesitamos la tecnología para cuidar del medio ambiente. De hecho, muchas veces son los sistemas más naturales los que demuestran un menor impacto en nuestro entorno. Recomiendo basarnos en conceptos como la autogeneración de energía y la mejora de sistemas que nos ayuden a controlar las pérdidas y las ganancias energéticas. 

En definitiva, cada detalle importa, y cuando un proyecto está bien planteado, ahorramos dinero y beneficiamos el medio ambiente.

Si quieres informarte sobre las posibilidades de mejorar el impacto de tu hogar en el medio ambiente, contacta conmigo. 



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