Visualizar todo lo que sucede en un día ideal: la clave para diseñar el hogar desde la arquitectura identitaria

Cuando empezamos el proceso de definición de la vivienda, normalmente no tenéis una idea clara de vuestro hogar, y en muchos casos, hay posibilidades que ni siquiera os habéis planteado: ¿Quieres ver la salida del sol por la mañana? ¿Quieres escuchar la naturaleza cuando abras las ventanas? ¿Es importante para ti tener un espacio de relajación?

Para responder a estas preguntas desde la arquitectura identitaria, es decir, desde un diseño basado en tu propia visión del mundo, te recomiendo una herramienta que te dará claridad: la visualización.

La visualización consiste en un ejercicio de imaginación que te permite saber con exactitud qué es lo que realmente deseas. Esto te permite tener más seguridad en las decisiones que tomes durante el diseño y la construcción de tu hogar.

Para hacer la visualización, tienes que reservar un tiempo para la actividad, encontrar un lugar tranquilo, cerrar los ojos y prepararte para crear una imagen mentar de tu casa ideal. Para hacerlo te propongo dos ejercicios:

- Recuerda momentos de felicidad que has vivido y presta atención a cómo era el entorno. Por un momento, olvídate del diseño de tu hogar y céntrate en estos lugares en los que ya has disfrutado. ¿Qué es lo que te gusta de estos espacios? ¿Cómo te hacen sentir? ¿Cuáles de ellos definen el estilo de vida que quieres tener? Quizá descubres que para ti es importante desayunar en una terraza mientras ves como sale el sol. O que quieres escuchar el sonido de un río desde la ventana. O que puedes hacer tu siesta diaria en una hamaca ubicada en la sombra de tu jardín. O que puedes invitar a todos tus amigos a ver un partido de fútbol en una pantalla gigante. ¡Las opciones son infinitas! Déjate inspirar por tus recuerdos y por los lugares que ya has disfrutado.

- Imagina tu día ideal desde que te levantas hasta que te vas a dormir. Haz el ejercicio de imaginar cómo sería cada elemento en tu día perfecto. Piensa qué cosas vas a hacer, cuál será tu rutina de actividades y en qué espacios las desarrollarás. Ten en cuenta tus hobbies, tu tiempo en familia y amigos, las comidas, los momentos de relajación, los espacios de tiempo para tu intimidad, la práctica de deporte… Incluye todo lo que creas necesario para la vida que quieras tener.

Una vez apuntados estos conceptos y después de haberlos compatibilizado con el resto de miembros de la familia, tendremos un perfil mucho más claro de cómo debe ser el espacio que queremos crear. En ese punto, ya podremos establecer un orden de prioridades y plasmar las sensaciones descritas.

Y es que aplicar la arquitectura identitaria es, a mi parecer, una cuestión básica pero a la vez escasa en el panorama actual. Así que la próxima vez que vayas a pensar en el diseño de tu hogar, pregúntate, ¿qué espacio necesito para el tipo de vida que quiero tener?