¡Ya es verano! 7 maneras de ahorrar energía

Este año el calor llegó en mayo de forma prematura y muy acentuada. ¡Y no parece que este año vaya a ser la excepción! En este contexto, es más importante que nunca plantearnos cómo vamos a gestionar la energía del hogar para estar cómodos, beneficiar el medio ambiente y, por supuesto, ahorrar en gastos innecesarios.

La ventilación
Lo ideal es generar una ventilación cruzada a partir de dos aperturas en lados contrarios de la casa, es decir, que podamos abrir ventanas o puertas al exterior para que el aire circule de manera natural. Las persianas venecianas o mallorquinas son ideales para dejar pasar el aire y proteger del sol, y al mismo tiempo, las tradicionales también funcionan perfectamente si pueden ser orientables.

El sol
Los espacios exteriores serán muy útiles para protegernos del sol. Para las áreas orientadas a sur, aprovecharemos la protección de un porche o de toldos. En el caso de las partes orientadas a oeste, los porticones serán también de gran ayuda.

La humedad
La humedad puede ser un método para refrescar el ambiente, pero no en todas las situaciones. Si ya estamos en un lugar cerca del mar o con mucha humedad ambiental, lo más probable es que saturemos el ambiente y la sensación de bochorno sea más elevada. En ambientes secos, en cambio, un extra de humedad mejorará la sensación de frescor.

Las duchas
Las duchas de agua fría no solo te refrescarán y aportarán múltiples beneficios a tu salud, ¡también conseguirás ahorrar gas!

La iluminación
Algunas bombillas desprenden calor. Para evitar ese efecto, un cambio a luces led será muy significativo, no solo por la temperatura, sino también por el ahorro energético.

La vegetación
No solo crea un espacio agradable y orgánico, también es ideal en espacios exteriores o semi-exteriores para generar zonas de sombra. ¿A quién no le apetece tomar algo bajo el frescor de una enredadera?

Aislamiento
Cabe recordar que cualquier método de aislamiento ayudará a paliar el calor en verano y evitará pérdidas de energía y por lo tanto desperdicio económico. Para conseguirlo, puedes utilizar cámaras de aire, plantas para proteger el edificio del sol directo o un aislamiento de calidad. De este modo, el edificio no se sobrecalienta ni lo transmite después al interior. Las plantas y las cámaras de aire absorben el calor del sol y hacen que se disipe en el aire, evitando que entre dentro del hogar.

Y es que cuando trabajas con arquitectura bioclimática y aprovechas la energía ya existente, inviertes en la protección del medio ambiente y reduces el gasto energético de forma drástica. ¿Qué trucos utilizas tú en verano?